Convencidos del SI

Sabemos qué camino debemos recorrer para llegar a nuestro objetivo y, también, sabemos con qué instrumentos debemos contar para ser los más rápidos en conseguir nuestros propósitos. Es una carrera no demasiado larga que hemos emprendido con experiencia y con ilusión. Pero también, con unidad. Ahora, más que nunca, estamos unidos y somos sabedores de que es posible un mejor proyecto para nuestra ciudad que el que en la actualidad nos representa.
Para ello, repito, tenemos que estar todos juntos; es una carrera donde la labor de cada compenente de nuestro equipo es fudamental y donde el único relevo que se ejecutará será el de la alcaldía. Es hora de ir despidiéndonos de Isabel Bonig, de su equipo de gobierno y de sus políticas de ninguneo, intolerancia, falso saber estar, desprecio, incomprensión y chulería.
Desde el PSPV sabemos que es una tarea fácil aunque todos estamos implicados en desarrollarla. Tan fácil como que son ellos mismos los que descalifican su gestión a través de sus acciones y, prueba de ello, es el futuro hospital. Iban a ser capaces de ceder los terrenos al Consell en seis meses. Casi cuatro años después, se ha paralizado el proceso de exposición pública del PAI Montanyeta-Fossaret a pesar de las veces que nos han repetido que 2010 iba a ser el año del hospital.
Ahora se demuestra cómo entorpecieron, cómo pusieron trabas para que el centro sanitario nunca fuera una realidad durante el mandato de Josep Tur. Sólo hay que recordar las palabras de Carlos Fabra cuando se refirió a la posibilidad de que si no gobernaba entonces el Partido Popular en la ciudad, el hospital podría irse a otro municipio.
O, también, todas las mentiras con las que nos empapusaron en la pasada campaña electoral y que, muchas de ellas, podéis encontrarlas en entradas anteriores en este blog.
Ellos son así, o estamos con ellos o estamos en contra de ellos. Y, evidentemente, nunca estaremos a favor de una política tan autoritaria, tan dictatorial, tan del miedo como la que realiza el Partido Popular. Sólo así saben trabajar.
Nosotros somos capaces de volver a hacer del ayuntamiento, de nuestras instituciones, ese hogar que es de todos los vecinos; estamos capacitados para devolverle la figura paternal/maternal que nunca tuvieron que robarle. El ayuntamiento es el padre o la madre de todos, de cada uno de nuestros ciudadanos, y, como tal, nunca discriminará a nadie por sus creencias o ideologías como tampoco lo hace un padre o una madre.
Nos encontramos, pues, preparados para emprender esta gran carrera con la que cambiaremos el rumbo de nuestras vidas, por y para el bien de todos, de cada uno de nosotros y de cada uno de ellos porque, aunque estén al otro lado, continúan siendo nuestros hermanos.
No nos defraudemos, no nos desilusionemos, luchemos hasta el final, hasta que el último de nosotros logre alcanzar la meta que supone el triunfo de una sociedad mejor. Y lo vamos a hacer de la mano de la experiencia y de la ilusión. Todos juntos, podemos.